Objetivos de desarrollo sostenible e inclusión
Dra. Mayluc Martínez*
En septiembre de 2015, como parte de una nueva agenda de desarrollo se formuló un conjunto de objetivos, con la finalidad de erradicar la pobreza y proteger el planeta. La meta era alcanzarlos en los siguientes 15 años, por ello se le denominó también agenda 2030.
Los líderes mundiales formularon estos objetivos de desarrollo sostenible (ODS), aunque se considera que los mismos no son solo responsabilidad de los gobiernos, sino que las empresas privadas y absolutamente todos los ciudadanos del planeta tienen que contribuir.
Ahora bien, de alguna u otra manera, varios de los objetivos de desarrollo sostenible guardan relación con la educación inclusiva o con la inclusión en un sentido más general, sea laboral, cultural o social.
ODS 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo
La pobreza es el primer factor de exclusión social y educativa. Un niño que proviene de una familia de bajos recursos, que no puede costear gastos relacionados con insumos escolares, transporte o alimentación, definitivamente verá limitadas sus posibilidades.
Incluso, cuando se trata de decidir si continuar y avanzar a subsiguientes niveles, la pobreza más bien puede llevar a tomar la decisión de autoexcluirse de la educación para trabajar y ayudar con la economía del grupo familiar.
ODS 2: Poner fin al hambre
Como se señala en este segundo objetivo de desarrollo sostenible, el hecho de que las familias dispongan de suficientes alimentos para consumir puede tener un impacto positivo no solo en la salud, sino también en la educación, así como en la economía, “dado que el hambre limita el desarrollo humano”.
Al respecto, son numerosas las investigaciones que señalan que una deficiente nutrición puede traer consecuencias como bajo rendimiento académico, disminución en la atención, dificultades para comunicarse y para razonar. Y todas estas consecuencias pueden incidir en la continuidad escolar.
ODS 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades
El acceso a servicios sanitarios y de salud es algo de lo que carece una parte significativa de la población mundial. A su vez, sufrir enfermedades limita tanto la asistencia a la escuela como la participación en las actividades escolares. De allí que se considere indispensable asegurar una vida sana y promover la salud, como condición sine qua non para la continuidad académica y el aprendizaje.
ODS 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos
El cuarto objetivo de desarrollo sostenible es obviamente el más relacionado con la inclusión. En el mismo se señalan aspectos de los que ya hemos hablado en estos espacios, como la necesidad de que se materialice una educación inclusiva de calidad.
Además, en este ODS se recalca que se deben promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida y para todos. Es decir, se debe prestar atención a los diversos grupos, como por ejemplo adultos mayores no alfabetizados; de igual modo, brindar formación profesional para los jóvenes.
Se considera que esta es la clave para alcanzar los otros ODS, ya que una educación de calidad puede ayudar a romper el ciclo de la pobreza, haciendo que las personas mejoren sus condiciones de vida y bienestar general.
ODS 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas
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Otro tema muy importante relacionado con la educación inclusiva se menciona en el quinto objetivo de desarrollo sostenible: la igualdad entre los géneros, la cual no se ha alcanzado aún en su totalidad en el mundo, en los diversos ámbitos (laboral, educativo o político).
En lo que corresponde al acceso a la educación, un informe de la UNESCO destaca que para gran parte de América Latina las diferencias de género se han reducido durante las últimas décadas; sin embargo, en algunos países la tasa de matrícula bruta de la educación primaria y secundaria es menor entre las niñas.
ODS 10: Reducir la desigualdad en y entre los países
Este objetivo de desarrollo sostenible está referido al hecho de que, en muchas naciones, los ingresos de la mayoría de la población están por debajo de la línea de pobreza. Y esta desigualdad amenaza el desarrollo social y el acceso a los servicios.
En este sentido, la desigualdad incide de varias maneras en la educación. Por ejemplo, en los países más pobres, las oportunidades de acceso a la educación superior están limitadas.
Por otra parte, las desigualdades generan flujo migratorio de las naciones pobres a las desarrolladas. No obstante, “los migrantes y los refugiados se enfrentan a la falta de oportunidades y la discriminación”, tanto en el aspecto laboral como educativo y de acceso en general a bienes y servicios.
ODS 16: Promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas
Este objetivo se refiere en un sentido amplio al respeto y defensa de los derechos humanos, tales como la libertad de culto y de expresión, el acceso a la información, entre otros. Asimismo, se considera que “la paz es un requisito fundamental para el desarrollo social y económico”.
Pero, si no hay paz, sino conflictos, violencia e inestabilidad política y social, se obstaculiza el progreso, y se generan pérdidas de vidas humanas y recursos. Y por estas razones, es decir, la conflictividad, también puede haber movimientos migratorios, con las consecuencias que ya se señalaron en el punto anterior.
Por ello, se considera prioritario el acceso a la justicia, como factor esencial para “proteger los derechos de las personas, resolver disputas y garantizar que las poblaciones vulnerables no sean marginadas” del ejercicio de sus derechos, entre ellos la educación.
ODS 17: Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible
Este último objetivo sostenible tiene que ver con el hecho de que, como se señaló al inicio, la Agenda 2030 exige la implicación de todos: “requiere la colaboración entre los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil”.
Así, pues, se considera que cada quien puede aportar (personas, organizaciones no gubernamentales, entes estatales, empresas), desde sus espacios y con los recursos de los que disponen. Sea mucho o sea poco, todo suma.
Más aún, se debe enfatizar que las alianzas son claves e indispensables. Es sabido que, por efecto de la sinergia de voluntades intencionadas se pueden potenciar los esfuerzos, es decir, se logra más cuando trabajamos unidos.
Claro, esto implica participación activa de todos los entes. Lo que es mucho más necesario en el caso de la educación inclusiva, donde se involucran las familias, las escuelas y las instituciones educativas y psicoeducativas, así como otros profesionales, incluso el aporte de entes privados.
La clave está en lograr un alto nivel de compromiso y en enlazar con todos aquellos que van en la misma dirección. Somos muchos; pero algunos estamos aún dispersos. Sin embargo, no cabe duda de que juntos lo lograremos y llegaremos muy lejos.
*CEO de la Organización Psicoeducativa TAEO