¿Cuál es la mejor manera de elegir granularidad y modularidad para sus microservicios?

1 Por qué importan la granularidad y la modularidad

La granularidad y la modularidad son dos conceptos relacionados que afectan al diseño y al rendimiento de los microservicios. La granularidad se refiere a cuán detallados o gruesos son sus microservicios, es decir, cuánta funcionalidad y datos encapsulan. La modularidad se refiere a cuán bien definidos y cohesivos son sus microservicios, es decir, qué tan claramente separan sus preocupaciones y responsabilidades. Tanto la granularidad como la modularidad tienen compensaciones e implicaciones para la escalabilidad, confiabilidad, capacidad de mantenimiento y complejidad de su sistema. Por ejemplo, los microservicios demasiado detallados pueden aumentar la sobrecarga de la red, la latencia y la tasa de errores, mientras que los microservicios demasiado gruesos pueden reducir la flexibilidad, la reutilización y la capacidad de prueba del sistema. Del mismo modo, una modularidad demasiado baja puede conducir a un acoplamiento estrecho, duplicación de código y un infierno de dependencia, mientras que una modularidad demasiado alta puede introducir abstracción, fragmentación y desafíos de comunicación innecesarios.

2 Cómo determinar la granularidad óptima

No existe una respuesta o fórmula definitiva para determinar la granularidad óptima para sus microservicios, ya que depende de varios factores, como su dominio, requisitos, restricciones y objetivos. Sin embargo, algunas pautas generales y heurísticas pueden ayudarlo a tomar una decisión informada. Uno de ellos es el principio de responsabilidad única. (SRP), que establece que cada microservicio debe tener una sola razón para cambiar. Esto significa que cada microservicio debe centrarse en una capacidad o función empresarial específica y evitar mezclar preocupaciones no relacionadas u ortogonales. Otra directriz es el principio de contexto limitado, que se basa en el diseño impulsado por el dominio. (DDD) acercarse. Este principio sugiere que cada microservicio debe corresponder a un subdominio bien definido y coherente del sistema, y tener su propio modelo de datos y lenguaje. Una tercera directriz es el principio de cierre común (PCCH), lo que implica que cada microservicio debe cambiar por los mismos motivos y al mismo tiempo que otros microservicios que comparten su funcionalidad o datos.

4 Cómo mejorar la modularidad

Si encuentra que sus microservicios no son lo suficientemente modulares, existen algunas técnicas y prácticas que pueden ayudarlo a mejorar su cohesión, reducir su acoplamiento y simplificar su complejidad. Uno de ellos es el principio de segregación de interfaces (ISP), que establece que cada microservicio debe exponer interfaces múltiples y específicas para diferentes tipos de clientes o consumidores, en lugar de una interfaz única y genérica. De esta manera, puede evitar obligar a los clientes a depender de la funcionalidad o los datos que no necesitan o utilizan, y aumentar la flexibilidad y adaptabilidad de su microservicio. Otra técnica es el principio de inversión de dependencias (ZAMBULLIDA), que establece que cada microservicio debe depender de abstracciones en lugar de concreciones. Esto significa que debe usar contratos, protocolos o estándares para definir la comunicación y la colaboración entre los microservicios, en lugar de formatos o métodos patentados o codificados. De esta manera, puede desacoplar sus microservicios de sus detalles de implementación y hacerlos más resistentes e interoperables. Una tercera técnica es el principio de separación de preocupaciones. (Soc), que establece que cada microservicio debe abordar un aspecto distinto y ortogonal del sistema, y evitar mezclarse o superponerse con otros aspectos. De esta manera, puede simplificar y aclarar la funcionalidad y los datos de su microservicio, y evitar la duplicación o la incoherencia.

5 Cómo equilibrar las compensaciones

Elegir la mejor granularidad y modularidad para sus microservicios implica equilibrar las compensaciones y las implicaciones de las diferentes decisiones de diseño. No se trata de alcanzar la perfección o lo absoluto, sino de ser pragmático y adecuado. Para hacerlo, debe considerar su dominio y lógica empresarial, requisitos y restricciones, objetivos y beneficios, así como costos y riesgos. Comprender la naturaleza de su sistema, analizar las necesidades de las partes interesadas, evaluar los resultados y ventajas deseados y estimar los posibles desafíos e inconvenientes lo ayudará a tomar una decisión informada y racional de granularidad y modularidad para sus microservicios. Esto le permitirá lograr un mejor equilibrio entre las compensaciones.